¿Se viene la cultura de la muerte?

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.).

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En 1982 la Madre Teresa de Calcuta estuvo en Rafaela. La Premio Nóbel de la Paz expresó que “el aborto es la mayor destrucción de la paz, porque la madre mata a su niño que es la imagen de Dios, a su niño que nace para amar y para ser amado”. Hace 24 años nadie imaginaba que este drama humano tendría hoy dos casos públicos de abortos: en La Plata y en Mendoza. En ambos casos se trata de mujeres discapacitadas que fueron violadas, cuyas decisiones fueron tomadas por las abuelas y otros familiares. Ciertamente, hay que ser respetuosos de las decisiones tomadas, pero a decir verdad el aborto es un crimen horrendo de una persona que se está gestando desde el mismo momento de la concepción. ¿Se puede justificar matar a esos bebés indefensos para salvar la vida que estaba en peligro de las madres? En todo caso hay que salvar la vida de la madre y del hijo. El director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica de la Plata Juan Carlos Caprile opinó que los médicos que practicaron un aborto a una joven discapacitada embarazada tras una violación cometieron “un homicidio a un niño inocente de casi 6 meses de edad formado totalmente, funcionando sus órganos, incluso el corazón que late desde los 18 días”. Cuestionó que “otra vez el peso de la ley ha sido clavado, como una espada, en el corazón de una pequeña víctima indefensa, ordenando su muerte y siendo ejecutado por profesionales que se dicen del ‘arte de curar’ pero son realmente del ‘arte de matar’”. En la Argentina el aborto está penado, pero el artículo 86 del Código Penal considera que “si el embarazo proviene de una violación o de un atentado de pudor cometido sobre una mujer idiota o demente, en este caso el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”. Pero el pacto de San José de Costa Rica con rango constitucional señala que “toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. ¿Qué tiene primacía el Código Penal o la Constitución Nacional? La comisión permanente del Episcopado –de la que participó el obispo Carlos Franzini- emitió un documento titulado “Una cuestión de vida o muerte”: “En nuestros días se ha reavivado la polémica sobre la despenalización del aborto con motivo de situaciones muy dolorosas que afectan la vida de una joven discapacitada y de un ser inocente por nacer. Lo trágico de esta situación no puede hacernos olvidar que podemos asesinar a un inocente. Esta polémica no es una discusión más entre tantas. Es una cuestión de fondo. Cada uno en su conciencia debe discernir si quiere una sociedad que respete la vida de todos los seres engendrados”. ¿Estos casos practicados de aborto servirán para despenalizarlo en la Argentina o para tomar plena conciencia de que constituye un crimen?

Emilio Grande (h.)

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