¿Fue un fracaso la cumbre de las Américas?

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” en radio Horizonte (FM 99,5), que conduce Emilio Grande (h.).

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Si nos detenemos en el final del encuentro de más de 30 presidentes de América reunidos en Mar del Plata, no hubo consenso ni acuerdo para redactar el documento con los lineamientos sobre diversos puntos, siendo el más conflictivo la creación del ALCA. ¿Por qué los mandatarios no se pusieron de acuerdo? A decir verdad hubo tres bloques bien marcados: la mayoría de los países a favor del ALCA motorizado por el presidente Bush con el apoyo de México, Chile, Colombia. Un segundo grupo formado por los cuatro países del Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguya y Uruguay. Y el restante el unipersonal del populista Chávez. Habría estado acompañado si venía Fidel Castro, que frecuentan las mismas ideas, pero el cubano no entiende lo que son los procesos democráticos, de hecho no reconoce la OEA. ¿Por qué se opusieron los capos del Mercosur? Exigen que Estados Unidos elimine los subsidios agrícolas -igual recurso disponen varios países europeos- que atentan las posibilidades comerciales para exportar. Una aclaración: en vez de incentivar las exportaciones el actual gobierno argentino sostiene las retenciones al campo. Como lo viene haciendo en diferentes tribunas, Kirchner se olvidó que había terminado la campaña política. En su discurso cargó otra vez contra el FMI y se perdió la oportunidad histórica de tratar los temas comunes al ser el anfitrión. Al respecto, el periodista Morales Sola afirma que “pudo poner la mirada sobre los problemas comunes de América latina. Es la zona del planeta con mayor desigualdad social”. Por su parte, Bush exige reglas claras y seguridad jurídica para que vengan inversiones al país y quiere imponer a cualquier precio el ALCA. Este tipo de acuerdos salen por consenso y el continente americano no es Irak u otro país a usurpar sus derechos. Así queda de manifiesto su ausencia a las problemáticas latinoamericanas de hace años. En la anticumbre confluyeron un “tutifruti” de actores sociales: desde los sectores más progresistas y combativos del modelo neoliberal hasta personajes heterogéneos. En democracia hay que ser respetuosos de todas las opiniones. El gobierno nacional jugó a dos puntas: Kirchner en la cumbre y el diputado Bonasso como representante del Gobierno en el estadio mundialista. Más allá de ser uno de los mejores jugadores del mundo, Maradona cree que con maltratar a Bush se terminará la pobreza. Chávez habló más de dos horas, vaticinando la muerte del ALCA y después le vende petróleo a Estados Unidos. Muy criticable fue la pasividad de la Policía -con la anuencia del Gobierno- que debió actuar ante los graves desmanes de los revoltosos de Quebracho en comercios de Mar del Plata y Buenos Aires. ¿Estos pseudomilitantes pensarán que viven todavía en la década violenta de los 70? Como ocurrió en Europa con la unión de países, América debe encaminarse hacia una integración a través del ALCA o con otro nombre, pero con reglas de juego claras para todos, buscando el bien común entre los más poderosos y los países más pobres. Kirchner tiene que aceptar críticas como las del presidente mexicano Fox después de la cumbre.

Emilio Grande (h.)

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