La experiencia de viajar en tren de Rafaela a Sunchales

Unas 1.450 personas de nuestra ciudad y la zona participaron entre los dos días a puro sol.

Por Emilio Grande (h.)

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Por Emilio Grande (h.). – Fueron dos días a “puro tren” con seis viajes entre Rafaela y Sunchales, teniendo un éxito taquillero: 1.450 pasajeros de nuestra ciudad y la zona de influencia hicieron esta experiencia, especialmente cientos de chicos que viajaron por primera vez. “El balance es positivo porque los viajes se hicieron sin inconvenientes y la gente muy contenta, a tal punto que pide que se haga más seguido, pero eso depende de la empresa”, destaca Raúl Giménez, presidente de la Asociación de Ferromodelistas y Amigos del Ferrocarril de Rafaela, ante la consulta de este cronista, quien participó del último viaje en la tarde soleada de ayer, acompañado por su hijo Juan Manuel. A decir verdad, es una vivencia única e irrepetible por las emociones que se viven desde el inicio hasta el final, con la estación local convertida en una “romería” de gente haciendo una larga cola -algunos no pudieron viajar porque se vendieron todos los boletos-, un payaso vendiendo globos, la playa de estacionamiento llena de autos sobre avenida Italia como en las mejores épocas de esplendor de esta actividad, que inexplicablemente cayó en desuso. Cada viaje tuvo un promedio de 250 pasajeros, con la excepción del primero del sábado en que quedaron algunos lugares vacíos, observándose la presencia de muchas familias con hijos pequeños que aprovecharon para pasar una tarde distinta, viajando en tren mientras compartían juegos, comidas y bebidas. La partida del último viaje de la formación de la empresa Ferro Central (tiene a su cargo la prestación de los servicios de pasajeros entre Retiro-Tucumán y Retiro-Córdoba) fue a las 15:35, funcionaron correctamente las barreras automáticas a la altura de bulevar Lehmann, en el cruce con la ruta 34 -cerca del INTA-INTI- se dispuso de un banderillero para evitar accidentes, arribándose a las 16:30 a la estación Sunchales, ubicada al oeste de la ciudad, encontrándose en estado de abandono. Después del movimiento de la locomotora, el regreso del tren fue a las 16:55, deteniéndose la marcha a la altura de Nueva Lehmann para dejar paso a un tren carguero que transitaba de sur a norte con unos 60 contenedores, arribando a las 17:55 a la estación Rafaela. El recorrido entre ambas ciudades es de 80 kilómetros (ida y vuelta). En el citado tramo de Nueva Lehmann y a la altura de Aurelia sur se hicieron desvíos (dos trochas paralelas) para casos como el narrado y así evitar molestias en nuestra ciudad, según apunta Giménez. Hay que destacar el buen estado de las vías en el tramo de Lehmann a Sunchales, viajando a unos 70 km por hora, no así de Rafaela a Lehmann en donde el tren se mueve más de lo normal. La empresa viene recomponiendo el estado de las vías desde Santiago del Estero hacia el sur. El dirigente ferroviario aprovecha para agradecer la colaboración recibida de Alfredo Cabrera y su equipo de la empresa Ferro Central, Edmundo Athallá -a cargo de la gerencia de operaciones de la empresa Nuevo Central Argentino en Rafaela-, la Municipalidad de Rafaela, Sucesores de Alfredo Williner, diario La Opinión, entre otros. El nexo de este servicio recreativo estuvo a cargo del rafaelino Antonio Rossi, periodista del diario Clarín desde hace muchos años y vicepresidente de la citada entidad organizadora. Una de las perlitas negativas fue que unos chicos rompieron a piedrazos un vidrio de los baños mientras la formación ferroviaria pasaba por los barrios carenciados al norte de la ciudad.

PARA EL ANALISIS

Hasta hace algunos años había en la Argentina unos 40.000 kilómetros de líneas ferroviarias que unían a gran parte del país, entre grandes ciudades y pueblitos perdidos del interior. Ciertamente que en aquellos años 80 este servicio estatal estaba en bancarrota, pero llegaron los años liberales del menemismo para privatizar el servicio y así cerrar cientos de ramales, quedando aisladas decenas de poblaciones que pasaron al ostracismo. Actualmente se estima que hay unos 8.000 kilómetros operativos, pero muchas empresas están subsidiadas en Buenos Aires, brindando malos servicios que son cuestionados por los usuarios. Un ramal que debería reflotarse es la línea San Francisco, Rafaela y Santa Fe, especialmente para el transporte de carga porque así permitiría descongestionar las rutas y evitar accidentes de tránsito, siendo además un servicio ecológico. De hecho impulsan el regreso del servicio de pasajeros entre Córdoba, San Francisco y Rosario, de lo que se informa en un recuadro de esta página. Finalmente, la Asociación de Ferromodelistas y Amigos del Ferrocarril de Rafaela es la segunda en importancia a nivel nacional después de Ferroclub argentino en Buenos Aires. La entidad local cuenta con un interesante material rodante: una locomotora y coche motor en uso, coche-comedor, furgón postal y el museo que funciona en la ex estación del Belgrano.

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